Tenerife: La isla de la eterna primavera

El viaje comienza, tomando nuestro vuelo para la hermosa isla de Tenerife, conocida por su clima templado y paisajes volcánicos únicos. Tras aterrizar en el aeropuerto, te trasladarán cómodamente a un hotel de cuatro estrellas, donde te espera una bienvenida cálida y relajante. Esa primera noche disfrutarás de una deliciosa cena y tendrás tiempo para descansar o explorar los alrededores del hotel.

Los días intermedios están diseñados para combinar momentos de aventura y relajación.

Uno de los días disfrutaremos de la visita incluida a Garachico, joya histórica del norte de Tenerife, te espera con su encanto colonial y su espíritu resiliente. Pasearemos por su casco antiguo, donde cada calle cuenta una historia de esplendor y reconstrucción tras la erupción volcánica de 1706. Admiraremos sus casas señoriales, la elegante Iglesia de Santa Ana y el sereno Convento de San Francisco, testigos silenciosos de siglos de historia.

Luego, nos trasladamos a Icod de los Vinos, tierra de tradiciones y vinos exquisitos. En su centro monumental, descubriremos plazas y rincones llenos de vida, culminando en la Plaza Andrés de Lorenzo-Cáceres, donde se alza majestuoso el Drago Milenario, símbolo vivo de Canarias y guardián de leyendas ancestrales.

El resto de los días puedes disfrutarlos a tu ritmo: ya sea descansando en las playas de arena dorada cercanas, explorando los vibrantes pueblos locales, o participando en actividades opcionales. Cada día, el hotel te ofrecerá un delicioso menú completo en régimen de pensión completa, brindándote comodidad y sabores locales.

Finalmente, el último día, después de un desayuno tranquilo, será hora de despedirse de la isla. El traslado al aeropuerto estará organizado, y abordarás tu vuelo de regreso con la mente llena de recuerdos inolvidables, desde las impresionantes vistas del Teide hasta los relajantes atardeceres junto al océano.